Persona que lleva años madurando la idea de comprar pero que el precio, las condiciones económicas de los préstamos y sobre todo la influencia mediática, le han creado muchos miedos a equivocarse sobre todo en la cantidad de la inversión a realizar.
Se ha pasado de:
- financiación accesible a la gran mayoría,
- condiciones económicas en las hipotecas muy asequibles
- precios de las viviendas ante la escased de oferta in-negociables
A:
- dificultad para la concesión de préstamos en condiciones asequibles:
- del 100% de la operación incluyendo impuestos,al 60%,
- diferenciales del 0,50% al 3%,
- exceso de vinculaciones durante la vida del préstamo para conseguir una mínima mejora en las condiciones difíciles de conseguir cumplirlas
- dinero necesario que debería tenerse ahorrado para poder afrontar la parte que no se financia (30-40%) del total de la financiación
- miedo a desprenderse de una gran cantidad del dinero ahorrado para poder afrontar otros imprevistos (despido, aumento de ingresos, gastos con otra prioridad ……)
- mucha oferta en vivienda y diversidad en precios que provocan miedos a comprar caro. En definitiva miedo a equivocarse.
Tenemos a un comprador, muy bien informado, que sigue día a día desde hace años la evolución de las condiciones de financiación, los precios de la vivienda, los precio de los alquileres:
- cuando el precio es asequible, las condiciones de la financiación no lo són.
- cuando ambas pueden cuadrar resulta que lo que se obtiene a cambio es una vivienda «no a su gusto» ( muchos años, necesidad de reformas, miedos a imprevistos, derramas, etc,….).
- cuanto más tardan en decidirse, más dinero gastan en alquileres ( dinero que nunca tendrá la posibilidad de recuperar) y menos invierten ( a medio-largo plazo o a futuro).
Invertir en vivienda es un buen negocio porque es:
- PARA VIVIR ( no para especular),
- PARA DISFRUTAR del día a día,
- para mirárla como recompensa del esfuerzo del trabajo de muchos años
- como el instrumento necesario para adaptarse a las circunstancias de la vida de cada uno.
Se trata de una inversión controlada por uno mismo (no con terceros) que:
- puede ser una pensión de jubilación,
- servir de ayuda a los hijos como comienzo,
- sacar rentabilidades del 3-4% con el alquiler mientras no tenga un uso,
- ………..muchas posibilidades.
Lo más importante, no dejar todos los huevos en la misma cesta y no aplicar el cuento de la lechera.
Los precios se han adaptado bastante y las pretensiones de los posibles compradores se están ajustando mucho a sus posibilidades reales. Se vuelve al pasito, pasito y se abandona la montaña rusa. Cada uno vuelve a poner su propio ritmo, pero con los pies en el suelo.
OJO, IMPORTANTÍSIMO no en cualquier vivienda:
- mejor en el centro que en los extra-radios,
- mejor en barrios consolidados con muchos servicios que en urbanizaciones aisladas repletas de viviendas.
Cuando compres, piensa en cuando la vendas: que sea atractiva a mucha gente y podrás venderla rápidamente, recuperar la inversión o incluso ganar con ello.
Cuanto la personalices ten en cuenta que ese dinero te lo gastas por capricho no por inversión ( no pienses que todos necesitamos lo mismo).
Y jamás consideres que los impuestos que se pagan es una inversión y que debes de sacar rentabilidad de ellos.
Compra la vivienda que te guste ajustándose a tus posibilidades de hoy o del medio plazo y sobre todo ……….disfruta de ella. Nunca te arrepentirás. El momento actual es excepcional para elegir, saber que errores no hay que cometer y de tener un nuevo objetivo a conseguir luchando en el día a día